Innovar para mitigar riesgos

Alejandro Pérez-Cotapos, Investigador Económico de Phibrand.

La crisis del coronavirus ha puesto un freno a las actividades. En específico, en faenas mineras donde la seguridad es un eje relevante, la operación se ha visto afectada debido a las estrictas medidas de aislamiento social que se requieren para detener esta pandemia. No cabe duda que todas las compañías y en particular las mineras, replantearán sus procedimientos operacionales para considerar riesgos futuros similares.

Un riesgo es la probabilidad de que ocurra un evento con consecuencias negativas. La pandemia actual materializó un riesgo sanitario global, cuya consecuencia es la caída en la demanda por commodities y una mayor dificultad para operar en las compañías. Sin embargo, las empresas mineras están expuestas a muchos otros riesgos que tienen un impacto negativo importante en caso de materializarse. Ejemplo de ello son la paralización de faenas debido a daños ambientales (daño a glaciares, contaminación en comunidades, sobreconsumo de agua, entre otros), o cambios en la legislación que impidan la operación normal o la detengan por completo. Una muestra clara es el caso de Mina Invierno, hoy detenida debido a una evaluación ambiental mal desarrollada. Aunque es poco probable enfrentarse a estos casos extremos, tienen el potencial de causar una crisis grave, y aunque no es posible predecir cuándo ocurrirán, sí es posible trabajar para evitarlos.

En finanzas se definen como “riesgos de cola” o en términos generales HILP (high impact low probability) [1], a los riesgos que tienen probabilidad menor a 0,03%, es decir, aquellos que se encuentran en el extremo de la distribución normal. En general estos no son considerados debido a su bajísima probabilidad y a que existen otros más inmediatos. Estos riesgos aumentan en frecuencia a medida que los sistemas se hacen más interdependientes y las colas de la distribución se hacen más gruesas. Aunque es imposible evitar que ocurran, es posible disminuir su impacto. Una adecuada gestión de riesgos permite tener luces sobre la probabilidad de cada tipo de riesgos y el impacto que tendrán, pero también considera el diseño de medidas de mitigación de estos. Herramientas de mitigación reconocidas en estos casos son, por ejemplo, la habilitación de trabajo remoto, trabajo proactivo con las comunidades, desarrollo de tecnologías limpias, automatización de instrumentos de medición para predecir accidentes, entre otras. Algunas de ellas ya se encuentran disponibles en el mercado y las empresas pueden implementarlas para mantenerse actualizadas. Otras provienen de innovación dentro de las empresas o de la industria. Plataformas como Innovaminerals de Antofagasta Minerals y Expande de Fundación Chile identifican desafíos que enfrentan las compañías y convocan a innovadores con capacidad de solucionarlos. Aunque estas innovaciones no generen una mayor producción por sí mismas, si generan reducciones de riesgo, fortalecen la licencia social de operación de las empresas y ayudan a generar las condiciones necesarias para la operación. Todos estos resultados se materializan indirectamente en mayores beneficios para la compañía al asegurar la continuidad de operaciones.

La innovación en minería está enfocada fuertemente en el al ámbito operativo, sin embargo, no deja de buscar oportunidades disruptivas. Innovar para reducir riesgos tiene el potencial de ser disruptivo ya que reduce o elimina riesgos que tienen impactos de muy alto valor en caso de materializarse. Es muy recomendable colocar parte de los presupuestos de I+D en aquellas innovaciones potencialmente disruptivas, que tienen bajo costo y altas ganancias, en otras palabras, invertir centavos para ganar dólares. Así mismo, para los emprendedores que cuenten con innovaciones, es muy importante poder visibilizar el valor de estas y trabajar junto a las empresas mineras en la resolución de desafíos.

Volviendo a la realidad del Covid-19, actualmente las empresas están enfocando sus esfuerzos en aspectos cruciales: ajustar sus procesos para proteger a sus trabajadores, mantener liquidez necesaria para operar. Sin embargo, las crisis también traen consigo oportunidades, y las empresas están planificando las acciones necesarias para aprovecharlas después de esta pandemia. En este último aspecto, y aunque no sea algo fácil de realizar, la invitación es a innovar desde ya como forma de prepararse para el futuro. La falta de liquidez hoy no permite hacer grandes inversiones, sin embargo, es posible comenzar a estudiar algunas alternativas, testear ideas, y prepararse para implementarlas cuando la crisis pase.

Referencias
[1] UK Science Office (2012) «High impact low probability risks: Blackett review «https://www.gov.uk/government/publications/high-impact-low-probability-risks-blackett-review

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